Por Maximiliano Borches. En diálogo con Mariano Moreno Noticias, la psicóloga, psicoanalista y socióloga (UBA), Silvia Quevedo, quien trabaja hace 11 años en el Hospital de Salud Mental Laura Bonaparte, en el área de Formación y supervisión interdisciplinaria y en la Residencia Interdisciplinaria de Salud Mental (RISAN), entre otros espacios donde ejerce profesionalmente, explicó la dramática situación que viven los trabajadores y pacientes de este hospital, tras la decisión del Gobierno nacional de cerrar las internaciones y guardias y anunciar su «reestructuración». Miles de personas quedarían sin atención. Los trabajadores mantienen una toma del edificio mientras atienden y cuidan a los poco más de 40 pacientes internados allí. “Es un plan de disciplinamiento para mí, de ataque a la población, de desamparo absoluto a la población. Una situación muy grave”, afirmó Quevedo.
-¿Cómo te cayó a vos en particular y al resto de los trabajadores, el anuncio del Gobierno nacional respecto al cierre del Hospital de Salud Mental Laura Bonaparte?
Si nos retrotraemos a unos meses atrás en que llegó la intervención nueva a comienzos de junio, donde nos dijeron que se iban a conservar todos los contratos, etcétera; contratos que estaban firmados además por la anterior directora, y en el mes de agosto se produjeron treinta despidos, esa fue la primera noticias que tuvimos. A partir de ahí verdaderamente no se pudo revertir, y ahora nos llega esta noticia respecto al cierre del hospital que surgió el pasado 20 de septiembre comentada por el vocero presidencial (Manuel Adorni. N.E) Inmediatamente se armó una asamblea porque también se habló de un traslado posible a la Ciudad de Buenos Aires, ya que en términos de jurisdicción el Hospital pertenece a Nación, y lo concreto es que ninguna autoridad de Nación ni de Ciudad respondió a esto, diciendo que no sabían, y el mismo interventor del hospital dijo desconocer esta situación.
-Este anuncio del cierre del Hospital se dio además en un contexto donde hay pacientes internados
Claro, así es. El anuncio del cierre de la Guardia y la Internación, fue dado por el interventor del Hospital en el día de ayer, viernes, pero quiero destacar que los pacientes internados siguen siendo atendidos porque además es gravísimo, no podés cerrar salas, no podés desatender la Guardia en una situación como la actual porque además sería abandono del paciente. Bueno, se le avisó al Órgano Nacional de Revisión de Salud Mental, que es la instancia según la Ley de Salud Mental, que tienen los hospitales ante situaciones que hacen a las necesarias consultas.
-¿Alguno de estos pacientes internados fue derivado?
No, no, los pacientes están todos en el Bonaparte.
-¿De cuántos pacientes hablamos?
Aproximadamente de 35 a 40 pacientes que continúan hoy internados y asistidos.
-El Gobierno habló de 16 pacientes internados
No es cierto, el Gobierno dice cosas que son incorrectas, es parte de las fake news, se dicen muchas cosas falsas. Quiero resaltar que además este hospital tiene una línea telefónica nacional donde se atienden urgencias y es de una eficacia importantísima, porque allí llaman por distintas razones, o se hace también algún seguimiento a pacientes que pertenecen a distintos distritos del país.
-¿Qué implicaría que este hospital pase al ámbito de Ciudad?
En principio implicaría una fractura muy importante, porque en Ciudad está totalmente escindida la atención entre salud y consumos problemáticos, en Salud solo un efector hace internaciones para consumos problemáticos y todos los demás no; todos los demás efectores tienen un tratamiento del tema absolutamente escaso y reducido, no hay un Plan de Salud Mental en la Ciudad.
-Si tomamos este cierre en el marco del ajuste que se está viviendo en los hospitales Garrahan, Español, donde mayoritariamente se atienden jubilados por PAMI, como también el veto al presupuesto universitario, ¿podemos decir que además de un plan de ajuste, es un conjunto de acciones de claro desprecio a la sociedad lo que lleva a cabo el Gobierno nacional?
Y sí, es un plan de disciplinamiento, un ataque a la población, de desamparo absoluto a la población, una situación muy grave, porque además de todo, si toda esa población ahora atendida en este hospital es derivada a la Ciudad de Buenos Aires no habría posibilidad de albergarla, porque la Ciudad deriva muchas internaciones a comunidades terapéuticas con las cuales tienen contratos con fondos que son del Estado.
-¿Simbólicamente que significa que este Gobierno nacional cierre un Hospital de Salud Mental en este momento de profunda crisis?
Simbólicamente el cierre del Hospital de Salud Mental Laura Bonaparte significa un atentado a los Derechos Humanos, también significa renegar de la legislación internacional en Derechos Humanos respecto a Salud Mental, de recomendaciones de la OMS, digamos, hay toda una legislación internacional en la cual la Ley de Salud Mental se inscribe, y lo que quiero decir es que la Ley de Salud Mental es fuertemente atacada y el problema central no es el contenido de la misma, sino los lobbies políticos y corporativos que han impedido que se implemente la ley como corresponde.