Por Alejandra Victoria Portatadino*, especial para Mariano Moreno Noticias. Los submarinos son el arma de sigilo del siglo XXI, difíciles de detectar con el agregado de capacidad misilistica, resultan el arma marítima furtiva por excelencia.
Su tecnología electrónica y estructural se encuentra en constante desarrollo, porque como tienen sus capacidades para moverse furtivamente, también existen las tecnológicas electrónicas, sonares de profundidad variable, detección magnética, hidrófonos para detectarlos, la llamada guerra antisubmarina, abreviados como ASW (anti-submarine warfare.) Los aceros que componen sus cascos, son uno de los puntos más importantes. El acero HY 80 desarrollado en los años 60, en la actualidad ha sido superado por otras aleaciones que superan su capacidades de profundidad operativa. Para lograr mayores capacidades de sigilo en operaciones furtivas se debe operar a partir de los 400 metros de profundidad, para lograr estas capacidades se han formulado nuevas aleaciones en aceros de Alto Rendimiento HY (High Yield Steel). Ante las tecnologías de armas antisubmarinas se deben sumar a la resistencia y límites elásticos de los aceros que sean austeníticos (no magnéticos).
Recordemos cuando el entonces Capitán de Fragata Segundo Storni, inició un gran debate sobre la necesidad de considerar las cuestiones de mar y la actividad naviera en su conjunto como políticas de Estado. Su contribución destacó la importancia de estos intereses marítimos con ejes en las Islas Malvinas, la Antártida Argentina, nuestro mar territorial correspondiente, y la relación entre las pesquerías y la soberanía de nuestra plataforma continental, enfatizando en el desarrollo de la Defensa Nacional, el Derecho del Mar, la explotación sustentable de los recursos naturales, la industria naval y la Marina Mercante nacional. Por su pensamiento soberano y en coincidencia con la fecha de su nacimiento, se instituyó el 16 de julio como “Día de los intereses argentinos en el mar”. Así lo entendió con su mirada estratégica el ex Presidente Juan D. Perón cuando formula el Plan Nacional de Construcciones Navales que incluía la fabricación de Corbetas e implementar el proyecto de modernización de nuestra flota de submarinos al regreso de su exilio forzoso de España para asumir su última presidencia Se logró mediante el decreto 956 del 28 de marzo de 1974 que fue complementado el 5 de septiembre del mismo año por el N° 768/74 S, firmado por su viuda y sucesora. En éste se establecían mecanismos, de rutina para el financiamiento y puesta en marcha de los trabajos de construcción de unidades y se facultaba al Ministerio de Defensa a través del Comando General de la Armada a contratar y/o asociar Astilleros Rio Santiago para construir 6 corbetas misilisticas MEKO 140 y asociar los Talleres Navales de Dársena Norte (Tandanor) con una firma del exterior con experiencia en la construcción de submarinos, naciendo el Astillero Ministro Manuel Domecq García. El plan consistía en tener una primera fuerza con 8 submarinos. Los primeros dos los ARA San Luis y Salta comprados a Alemania y ensamblados en Argentina , pertenecían a una serie denominada Tipo 209/1200 y diseñados para exportación a diferentes países. Mientras se desarrollaba en Astilleros Thysen Nordseewerken GmbH un proyecto de submarino que respondiera a las condiciones operativas especificadas por nuestra armada donde nuestro país adquiriría las patentes y licencias para ser fabricados solamente en Argentina, así nació el TR 1700, dentro de este proyecto se incluyó la construcción de un astillero para poder fabricarlo en serie en nuestro país y con eso comenzar nuestra propia cadena tecnológica de valor. El TR 1700 fue uno los mejores diseños de submarinos convencionales que hubo en el mundo. Tenía una capacidad para navegar a 25 nudos sumergido eso significaba 7 nudos 13 km/h más de velocidad que el resto de los submarinos convencionales” incluyendo mayor rango de tiempo para actuar sumergido en esa época. Los dos primeros el Santa Cruz y el San Juan se fabricaron en Alemania mientras paralelamente se capacitaba al personal técnico Argentino, mientras los cuatro restantes se iban a fabricar en la Argentina en el nuevo astillero que se terminó de construir completamente con las oficinas incluidas en 1982 y bautizado Ministro Manuel Domecq García, consideremos que en ese entonces fue uno de los astilleros más modernos del mundo, luego rebautizado Almirante Storni donde el 17 de mayo de 2010, Día de la Armada, donde el Presidente Nestor Kirchner junto a la entonces ministra de Defensa Nilda Garré anuncian la unión de Tandanor y el Astillero Almirante Storni, creándose el Complejo Industrial Naval Argentino (CINAR), uniendo la capacidades de reparaciones con el potencial de construcción.
Recordemos cuando el entonces Capitán de Fragata Segundo Storni, inició un gran debate sobre la necesidad de considerar las cuestiones de mar y la actividad naviera en su conjunto como políticas de Estado. Su contribución destacó la importancia de estos intereses marítimos con ejes en las Islas Malvinas, la Antártida Argentina, nuestro mar territorial correspondiente, y la relación entre las pesquerías y la soberanía de nuestra plataforma continental, enfatizando en el desarrollo de la Defensa Nacional, el Derecho del Mar, la explotación sustentable de los recursos naturales, la industria naval y la Marina Mercante nacional.
Perdida la guerra por recuperar las Islas Malvinas, nuestro país se vio sumido en la destrucción de su capacidad de construcción de material bélico propio, de esos cuatro submarinos que se iban a construir, quedó uno solo construido en un 75%, el Santa Fe, faltándole solo un 25% para su botadura, pero que nunca se terminó, aunque su estructura permanece intacta, teniendo instalada su mecánica de propulsión.
Con las nuevas tecnologías el TR 1700 pasó a ser un submarino muy caro de mantener, cumpliendo su ciclo de vida. Hoy nos debemos abocar a la reingeniería para nuevos modelos más agiles y económicos de mantener, sumando los conocimientos del INVAP, la Dirección General de Investigación y Desarrollo (DGID) conjuntamente con el Instituto de Investigaciones Científicas y Técnicas para la Defensa (CITEDEF), dependiente del Ministerio de Defensa (MINDEF). Por lo tanto el desafío es fortalecer aquellas debilidades que se pudieron encontrar con el uso y el paso del tiempo en los TR 1700 que con las nuevas tecnologías nos permitirán tener un submarino mejor desarrollado en Argentina para patrullaje y defensa del siglo XXI. Este sería un gran desafío, para la armada y el trabajo en equipo con ingenieros e ingenieras civiles y militares, que dejando de lado cuestiones ideológicas y mezquindades nos podamos abocar a un desarrollo propio de calidad como ya lo hemos hecho en las disciplinas como las Aero Espacial y comunicaciones satelitales.
La política, la madre de todas las batallas internas
Lo que primero observamos en nuestra estrellada Argentina es que carecemos de una política de Estado de Industria para la Defensa, que se pueda mantener independientemente del color partidario del gobierno que asuma el ejecutivo nacional. No es casualidad es causalidad esa falta de políticas soberanas para la defensa y, donde esos vaivenes políticos destruye toda capacidad constructiva evolutiva con una continuidad en la cadena de valor de innovación tecnológica. Esta innovación productiva se denomina ingeniería inversa y es una condición fundamental mantener las líneas de fabricación actualizadas constantemente. Pero pareciera que nuestros representantes en el Congreso de la Nación prefieren navegar por la Galaxia de Andrómeda en vez de enfocarse en el desarrollo productivo para la defensa de Argentina como Nación Soberana. Hoy en día encontramos representantes políticos que se mueven en tres diferentes estadios, los que entienden y tienen conocimientos de geoestratégica y se preocupan por tener un sistema de armamentos defensivos con tecnologías propias (tristemente los menos), los que no entienden nada de nada, pero opinan con ese nefasto “a mí me parece” Argentino, y, los que operan para intereses extranjeros sin importarles un comino el desarrollo soberano tecnológico de nuestra Nación. Si hemos llegado a la realidad actual fue gracias a Carlos S. Menem y Mauricio Macri acólitos del consenso de Washignton, entregadores de nuestra soberanía por los tratados de Madrid 1 y 2 y el pacto encubierto como comunicado Foradoni Duncan, donde nos han convertido en una neo colonia endeudados en cifras irracionalmente multimillonarias con el Fondo Monetario Internacional, al cual se lo ve más interesado en facilitar las cosas a algunas potencias extranjeras socias y fondos buitres para que puedan apropiarse de nuestros recursos mineros, hidrocarburiferos y naturales en vez que le paguemos la deuda, a ese saqueo hay que agregarle el de finales del siglo pasado década de los 90 que fue la fuga a otros países en busca de oportunidades laborales de los cerebros formados universitarios, el peor de todos los saqueos, ya que nos dejan sin capacidad de recuperación tecnológica e industrial. Argentina destinada a depender de las tranqueras y de la fuga de divisas y contrabando por la mal llamada hidrovía creada bajo ese engendro y nefasto decreto 949/20, realizado entre gallos y medianoches . No es novedad la entrega y destrucción mediante de deudas contraídas de los recursos y las capacidades argentina, lo vimos cuando han intentado destruir la capacidad innovadora de la ingeniería intentando cerrar los astilleros y fabricaciones militares, que gracias a la capacidad generada en las Universidades Publicas no han podido, y fue así que fueron contra las mismas intentándolas cerrar, recordemos la frase “¿Qué es esto de universidades por todos lados? Basta de esta locura» de Mauricio Macri” o “Nadie que nace en la pobreza en la Argentina hoy llega a la universidad” de María Eugenia Vidal, donde la realidad le muestra constantemente esa ignominia. Recordando las frases del Juan D. Perón cuando expresaba “la conquista más grande fue cuando la universidad se llenó de hijos de obreros”
Recordemos también la frase de Mauricio Macri que habría que “dinamitar el Astillero Rio Santiago”,obvio para un bruto es más fácil dinamitar que ordenar y fabricar, y convertir en un barrio de marinas de lujos al complejo industrial Naval Argentino CINAR conformado con los astilleros TANDANOR y Alte. Storni. Para los que no conocen la industria naval nuestros astilleros cuentan con herramientas valiosísimas para la construcción de buques, CINAR cuenta con 500 empleados especializados, técnicos Ingenieros y administrativos directos ya que se reparan y construyen embarcaciones de guerra sujetas a exigentes normas militares. Ponerlo nuevamente en funcionamiento “No fue magia” como diría una de nuestras representantes más estudiosa del senado (se imaginaran quien es). Las primeras acciones de poner nuevamente TANDANOR en valor, fueron impulsadas desde el Ministerio de Defensa por el ministro Ing. Agustín Rossi, quien puso al frente al Ing. Miguel Tudino acompañado por un equipo con mucha experiencia en gestión de fábricas militares, logrando recuperar muchas capacidades que habían sido despedidas por el Gobiernos de Mauricio Macri, luego de la renuncia del Ing. Rossi, asumió el Lic. Jorge Taina, que pese a provenir de las ciencias sociales, continuó reforzando la capacidad de producción del astillero, designado como Vicepresidente al Abogado Jorge Schprejer, sumándose al equipo para continuar llevando adelante semejante tarea.
Comprar en el exterior o Fabricar he aquí el dilema
Para comprar hay que saber que nos venden y que necesitamos pero el fabricar nos permite desarrollar los equipos que realmente necesitamos con nuestras propias tecnologías la pregunta que surge es ¿nos faltan capacidades? No todo lo contrario tenemos todas las capacidades y saberes para el desarrollo tecnológico de defensa propio. Argentina cuenta alrededor de 740 facultades de las diferentes ingenierías, donde nuestros egresados brillan en el extranjero. Una de las acciones que lleva adelante TANDANOR es incorporar a jóvenes profesionales y estudiantes avanzados que sobresalen con sus notas para ir formándose, con un trabajo estable ofreciéndoles una alternativa que no sea migrar a otros países, también se está pensando para un futuro próximo un proyecto de la escuela técnica naval con diferentes especialidades, siguiendo la línea de las escuelas fabriles de Juan D. Perón. Entonces queridos lectores surgirá la segunda pregunta ¿podemos fabricar submarinos en Argentina?, si, tranquilamente, imaginen que mandamos satélites al espacio con todas las complejidades que tienen, ¿no vamos a poder fabricar un submarino?. Aparte ya lo hemos hecho. Si se necesitan reunir varios saberes por ejemplo estamos firmando un acuerdo marco con el INVAP ya que ha desarrollado tecnología electrónica para la modernización de nuestras fuerzas armadas con equipos de alta calidad y eficiencia, a su vez argentina también contamos con tecnología optrónica propia para periscopios, y las cámaras térmicas con sistema de medición laser para la observación de blancos sin ser detectados desarrollada por la Dirección General de Investigación y Desarrollo (DGID) conjuntamente con el Instituto de Investigaciones Científicas y Técnicas para la Defensa (CITEDEF), dependiente del Ministerio de Defensa (MINDEF) a su vez nuestro país es riquísimo en minerales para realizar las diferentes aleaciones, pese al saqueo desmedido que estamos sufriendo de nuestros recursos minerales podemos autoabastecernos. Hay otros puntos que por razones de seguridad no las mencionaré en este artículo pero si mencionar las sinergias logradas con oficiales de la Armada Argentina tanto técnicos como integrantes de la flota de mar y submarinos, que entienden la necesidad de generar armamento defensivo con tecnologías propias y como usuarios comparten experiencias y conocimientos sobre las necesidades, trabajando en equipo con muy buenas predisposiciones. Como diría Ortega y Gazzet argentinos a sus cosas y comencemos a fabricar armamentos de calidad y última tecnología desarrollados en nuestro país en pesos y no gastar dólares en tecnologías obsoletas que ya son anticuadas en otras partes del mundo, y nos la venden para hacer sus negocios, comencemos a dejar de ser colonia de una vez por todas y reconvertirnos en una Nación Soberana
https://www.boletinoficial.gob.ar/detalleAviso/primera/214289/20190827
https://www.casarosada.gob.ar/informacion/archivo/24633-blank-47856328
https://www.lanacion.com.ar/politica/la-argentina-abandona-la-construccion-de-submarinos-nid171226/
https://www.pagina12.com.ar/374310-una-industria-que-sale-a-flote
https://www.infobae.com/opinion/2018/08/02/macri-atenta-contra-la-industria-naval/
*Ingeniera Mecánica, miembro del ASME (Sociedad Americana de ingenieros Mecánicos), CAI (Centro Argentino de Ingenieros) Co Fundadora de Ingeniería sin Fronteras Argentina, Asesora Directorio CINAR (Complejo Industrial Naval Argentino) Consejera de Green Cross Argentina, integra FIPCA (Fundación Interactiva para Promover la Cultura del Agua) y Grupo Bolívar, Profesora invitada ad honoren Post Grado UTN (Universidad Tecnológica Nacional), de Buenos Aires y Provincia de Santa Fe.