Por Maximiliano Borches. Quizá, el desarrollo de la gestión de Alberto Fernández pase a la historia como el más difícil desde recuperada para siempre la democracia en 1983. Al mega-endeudamiento y destrucción de gran parte del entramado social y productivo heredado de macristas, radicales y lilitos, se le sumó la pandemia del coronavirus, que impone dramáticas situaciones en todo el planeta. En este contexto y a tan solo 9 meses de gestión, el gobierno de TODOS, logró despejar el fantasma del default, al cerrar acuerdo con más del 90% de los bonistas y recuperó ministerios clave, como Salud, Trabajo y Ciencia y Tecnología. Además, colocó en órbita un importante satélite argentino.
Argentina mira al futuro y ya despliega su agenda post-pandemia, en un contexto mundial sumamente difícil, y en un contexto regional particularmente adverso. A solo nueve meses de gestión, bajo fuego constante de una derecha que cada día se radicaliza más, recibiendo también “fuego amigo” por parte de sectores hormonales del amplio y tan diverso movimiento popular, y con un crecimiento imparable de contagiados y muertos por coronavirus, en gran medida por responsabilidad y estupidez de sectores de la sociedad que decidieron no cuidarse –y peor aún: decidieron no cuidar al resto- el gobierno de TODOS logró dar el paso fundamental para reemprender el camino de cierta independencia política, soberanía política y justicia social: haber despejado el fantasma del default. Una tare titánica, e impensada hasta hace pocos meses atrás.
En este contexto, este lunes se espera el anuncio oficial por parte del presidente Alberto Fernández, del resultado del canje de 21 bonos de deuda externa por un total de USD 66.137 millones, y del que se sabe, superó largamente el 90 por ciento de los bonistas. Un total éxito del gobierno peronista de TODOS.
Con el satélite Saocom 1B en órbita, Argentina recupera soberanía espacial, científica y técnica
En plena pandemia, el satélite argentino Saocom 1B ya está en órbita y envió sus primeras fotos. El lanzamiento se realizó ayer domingo, desde Cabo Cañaveral, a bordo del cohete Falcon 9 de la compañía Space X.
«Estamos orgullosos de todos estos científicos», dijo Alberto Fernández
«Argentina es uno de los diez países que son capaces de poner satélites como este en órbita y uno de los dos que tiene la posibilidad de poner en órbita un satélite que tiene la capacidad de ayudar en mucho a nuestro desarrollo”, precisó el presidente de TODOS, Alberto Fernández, y agregó: “Esto se da en medio de una pandemia compleja, pero lo importante es que no hemos frenado en este emprendimiento que empezó Néstor en 2007 y que continuó Cristina».
El Saocom 1B es gemelo del Saocom1A, lanzado en octubre de 2018 e integrará la constelación Siasge junto a los cuatro Cosmo Skymed de la Agencia Espacial Italiana. Ambos fueron desarrollados y fabricados en conjunto por las empresas VENG e Invap, la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), el laboratorio GEMA de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y unas 80 empresas del sector espacial nacional.
Según explicó el titular del recuperado ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, Roberto Salvarezza el Saocom 1B “es un satélite de una complejidad muy grande, que funciona observando en base a radares. Tiene 35 metros cuadrados de antena de radar –que vendrían a ser los ojos del satélite– y para poder construirlo se requiere dominar la tecnología de radares de una manera muy precisa”. “Se ha demostrado que podemos dominar tecnología muy compleja», aseguró orgulloso y detalló que «solo Japón tiene un satélite de semejante complejidad”.