Hipocresía. Tras facilitar la “Vacunación VIP” a socios de clínicas privadas y prepagas porteñas –hasta se vacunó en un local de la Unión Cívica Radical-, distribuyendo dosis compradas por el Estado nacional para todo el pueblo argentino, no solo para quienes pueden costear una prepaga, ahora el gobierno PROteño lanzó una campaña de denuncia por “falta de vacunas”, con el apoyo de la artillería mediática/hegemónica. El mundo vive una carencia de dosis para sus poblaciones; solo, claro está, Estados Unidos, Canadá y los países de la Unión Europea, que insolidariamente mantienen un stock de dosis, que superan a la cantidad de sus propias poblaciones.
El 2021 es un año electoral. Por lo tanto, debemos estar preparado para escuchar de todo. En este sentido, y haciendo gala de una hipocresía protegida por los principales medios de comunicación, que amplifican el sentido de la manipulación, el jefe de gobierno PROteño, Horacio Rodríguez Larreta, y su ministro de Salud (¿y potencial candidato a diputado nacional este año?), Fernán Quirós, ahora critican las “falta de vacunas”, cuando en prácticamente todo el mundo ocurre lo mismo.
Si bien el plan federal, gratuito y optativo de vacunación comenzó en diciembre del año pasado, con el consenso de todos los jefes de estado distritales del país, ahora, el posible candidato a diputado nacional, y actual ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, se quejó diciendo que: «la Nación ha tomado una decisión de distribución basada en la población general cuando la vacuna se aplica a grupos de riesgo y los grupos de riesgo no son proporcionales en todas las jurisdicciones. Todo el mundo sabe que la Ciudad tiene una carga de trabajadores de la salud muy superior al promedio de la Argentina y tiene una pirámide poblacional mucho más envejecida»
Lo repudiable del caso, es que no solo estos mismos referentes del PRO porteño, criticaron con dureza el año pasado el –por entonces- anunciado de la llegada de la vacuna Sputnik V, sino que pero aún, montaron una distribución “VIP” de las vacunas compradas por el Estado nacional para toda la población, en hospitales privados, prepagas y las obras sociales como OSBA, OSECAC y USTHAGRA, a la vez que nunca convocaron al PAMI –que en CABA cuenta con más de 100 mil afiliados mayores de 80 años- para que les llegue las dosis que van siendo adquiridas con el dinero de todos.
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