Ultimo Momento

Último fuego de artificio: “Nos vamos con la conciencia tranquila”

Por Maximiliano Borches. Tras su contundente derrota política y electoral, el empresario-presidente Mauricio Macri, encabezó su anteúltimo acto de despedida ante sus funcionarios y núcleo duro PRO. No estuvieron presentes sus aliados radicales ni del ARI. Aprovechando su último mes de atención mediática, lanzó una doble campaña de cara al 2020. La menor, postularse en su espacio político como “líder opositor”. La que intenta ser de mayor alcance, desligarse de la catástrofe socio-económica que generó, a través de resabios de un discurso neoliberal hoy derrotado en la Argentina, que apunta a sostener la idea-fuerza de que “el ajuste valió la pena para construir la Argentina del futuro”, y prepararse para culpar al gobierno de TODOS por la enorme crisis que deberá enfrentar, cuyo único origen -sin embargo- fueron las políticas impuestas por la alianza Cambiemos.

Como un símbolo que se le puede volver en contra, por la resignificación que ya tiene su nombre luego de la gran victoria en primera vuelta del Frente de Todos el pasado 27 de octubre, el Centro Cultural Kirchner fue el escenario de la anteúltima despedida que encabezó el empresario-presidente Mauricio Macri, ante funcionarios de los estados nacional, provincial y porteño, en la que sin embargo, estuvieron ausentes sus aliados del ARI y los radicales, quienes rápidos de reflejos se devanan los sesos por estas horas, para despegarse de la derrota y reubicarse en otro espacio político.

En ese encuentro, cuyas líneas principales de acción compartimos en el video al final de la nota, un derrotado Mauricio Macri, no exento de tristeza y forzado a mostrar calma y felicidad, planteó dos lineamientos de cara al año próximo: su “postulación” como líder de la oposición (que deberá dirimir con la también derrotada gobernadora María Eugenia Vidal y el victorioso jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta), y la preparación político/mediática que ya comenzó a circular por las principales usinas de la propaganda macrista (entre ellas el Grupo Clarín y La Nación), para intentar simular la tierra arrasada que dejó su gestión de gobierno, con una supuestas “bases sólidas” desde donde “comenzar a construir la Argentina”.

Una definición política de inocultable alienación, que si no fuera por la dramática situación que atraviesa, y continuará atravesando por un tiempo, nuestro pueblo (producto, juntamente, de esta realidad construida a fuerza de ajustes, tarifazos, desbocada inflación, excesivo endeudamiento y destrucción del entramado productivo nacional), simplemente podría ser definida como “cínica”. Sin embargo, el interés que conlleva esta acción política, es mucho más que eso y enciende alarmas a futuro. De la unidad y cohesión del Frente de Todos, junto a las necesarias transformaciones que deberán implementarse en las conducciones sindicales, sociales y políticas, dependerá la verdadera derrota del neoliberalismo en nuestro país.

 

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