Mariano Moreno Noticias toda la actualizad de la zona
Por Maximiliano Borches. Rápido de reflejos, el frente macrista/radical/mediático aprovechó el error cometido por el presidente Alberto Fernández de decretar feriado nacional el pasado viernes 2 de septiembre –faltando menos de una hora para que comenzara aquella jornada- y avanza en su objetivo de minimizar el fallido atentado contra la vicepresidenta, quien sigue con vida simplemente porque la bala no salió disparada a pesar de los dos intentos de gatillar el arma por parte de Fernando Sabag Montiel. Lejos de actuar conforme a los valores republicanos que dicen encarnar, su estrategia de creación de sentido apunta a que el “peronismo pretende utilizar políticamente el intento de magnicidio para avanzar contra la libertad de expresión y la justicia”, y otras sandeces fáciles de digerir en amplios sectores de la población que se encuentra aturdida por el hecho –y centralmente- por la escalada inflacionaria que a diario limita su capacidad de consumo.
No pasó una semana del fallido atentado que pudo cambiar el presente político de la Argentina y la región en su conjunto, para que Juntos por el Cambio en alianza (siempre) con el Grupo Clarín, Infobae y La Nación, comenzaran a bajarle el precio al mismo, pretendiendo minimizar el intento de asesinato de la principal dirigente política argentina, para imponer el discurso de que “el peronismo pretende utilizar políticamente el intento de magnicidio para avanzar contra la libertad de expresión y la justicia”, desnaturalizando el gravísimo hecho con el objetivo de que pierda importancia en la agenda diaria de noticias.
La primera ofensiva en la nueva etapa de la eterna batalla por la creación de sentido, es acompañada por sectores de la sociedad que prácticamente descreen (a pesar de los videos conocidos públicamente del agresor en el momento que apretó el gatillo dos veces con la suerte de que la bala no saliera, y de su rastro de ADN en el arma homicida) que hubo un intento por asesinar a Cristina, justamente porque ella (y a través suyo, el peronismo en su conjunto) fue el blanco de la materialización más extrema de los incesantes discurso de odio, que desde el final de la etapa más dura de la pandemia, hasta nuestros días, escaló a una dimensión muy peligrosa en Argentina, convirtiéndose el intento de magnicidio en el hecho de violencia política más grave desde la recuperación para siempre de la democracia, en 1983.
En la actual etapa no se pueden cometer más errores, o al menos, que los próximos conlleven el menor daño político posible. La realidad es demasiado concreta y descarnada para consignas vacías e infantiles del tipo “el amor vence al odio”, y cuestiones similares de bajo nivel pseudomístico por el estilo….
El peronismo, como columna vertebral del Frente de Todos, debe estar muy alerta en no permitir que este tipo de discursos banales y rápidos, cuyo efecto genera inmediatas consecuencias reaccionarias en sectores de la población, por la simpleza y carga de post-verdad de los mismos, se propaguen y se conviertan en tendencia alimentando con el engaño a la creación de la opinión pública.
La complejidad operacional del intento de magnicidio, supera ampliamente a la grotesca pareja protagonista que se conoce y se encuentra detenida. Atentados de este estilo son pensados, armados y aprobados para su ejecución en otros espacios del Olimpo del poder.
Si el Gobierno nacional no puede garantizar que los servicios de inteligencia y las fuerzas federales de seguridad, procedan según las necesidades impuestas por el dramático hecho, indudablemente comenzó su agónica marcha final al 10 de diciembre de 2023.
Ver:
